En el actual escenario tarifario español, cada consumidor puede optar entre dos formas de pagar la electricidad, la primera acogiéndose a la tarifa regulada y la segunda optando por alguna tarifa libre de las ofrecidas por alguna de las compañías comercializadoras de electricidad. En este artículo pretendemos daros algunos consejos y recomendaciones que os sean de utilidad a la hora de decantaros por una u otra tarifa.
Cualquier tarifa que elijamos, incluso aunque nos la hayan presentado como de precio fijo, será fija solo relativamente, ya que si el Gobierno toma la decisión de incrementar las tarifas de acceso, dicha subida también aparecerá repercutida en nuestra factura. Este tipo de subidas han sido precisamente las grandes responsables de los últimos incrementos en el precio de la luz.
En España, la mayoría de los usuarios están bajo la tarifa regulada (también conocida como PVPC), pero todo el mundo puede elegir libremente cualquiera de las opciones que a continuación vamos a mencionar.
Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC)
Con esta tarifa el consumidor paga por cada kilovatio hora consumido el precio que tenga en el mercado eléctrico en cada hora del día. Es decir, aunque en la factura solo podremos ver el precio promedio, en realidad el precio de la electricidad cambia cada hora.
Si queremos conocer exactamente nuestro consumo por horas deberemos tener instalado un contador digital, pero además, aunque dispongamos ya de uno, este debe estar integrado en un sistema de telegestión adecuado. La implantación de este sistema de telemedida está previsto que termine en 2018, por lo que todavía quedan algunos años hasta que esté disponible en todos los hogares españoles. Hasta ese momento lo que las empresas comercializadoras están haciendo es repartir el consumo a lo largo de las horas en base a unos perfiles estándar obtenidos de los hábitos de consumo del conjunto de toda la población del país.
Ventajas del PVPC. Teóricamente el PVPC se trata de un precio ajustado y controlado por el Gobierno. Asimismo, cuando estén implantados los contadores digitales, los consumidores podremos desviar nuestro consumo de luz hacia las franjas horarias donde esta energía tenga un menor coste. Además, debemos saber que es posible conocer el precio eléctrico por horas con un día de antelación.
Desventajas del PVPC. Pueden darse sorpresas desagradables en la factura ya que el precio de la luz es muy variable dependiendo de los meses e incluso de los días. Esto supone que en determinados meses el precio de la luz es mucho más alto que en otros, incluso en algunos meses dicho precio puede llegar a ser casi el doble que en los meses más baratos.
Por otro lado, hasta que no estén plenamente implantados los contadores digitales, los usuarios no tendremos la capacidad de hacer uso de las posibilidades de ahorro que permite la tarifa PVPC desviando el consumo a las horas de menor precio.
Precio garantizado durante un año
Se trata de un precio anual fijo que decide nuestra compañía comercializadora y que se revisa cada año. Cualquier comercializadora de electricidad puede ofrecer una tarifa de este tipo, incluso si el consumidor tiene una tarifa PVPC. Obviamente el consumidor es libre de tomar la decisión de cambiar de tarifa.
Ventajas del precio garantizado anual. Se evita tener sorpresas al recibir la factura de la luz.
Desventajas del precio garantizado anual. Es difícil comprobar que verdaderamente una tarifa de este tipo es mejor que acogerse a una tarifa PVPC.
Otros precios y fórmulas
Existen comercializadoras que ofrecen precios fijos pero que se revisan con otra periodicidad distinta a la anual o que suben en base a índices particulares como por ejemplo el IPC.
También existen compañías que ofrecen las llamadas tarifas planas, que en realidad se tratan de bonos, en las que hasta un determinado nivel de consumo eléctrico se factura a un precio determinado y, cuando se supera dicho consumo, el exceso se paga con recargo.
¿Qué tarifa eléctrica elegir para ahorrar?
Si alguna vez nos visita algún comercial que nos ofrece una tarifa alternativa al PVPC, siempre deberemos descartar aquellas tarifas que tengan un precio para el término fijo superior a 42,04 euros anuales por kilovatio de potencia contratada. En cuanto al término variable, un precio superior a 0,13 euros por kWh consumido es un precio caro, mientras que un precio de 0,11 euros por kWh sería un buen precio.
En muchas ocasiones los comerciales nos tentarán con descuentos adicionales, en estos casos hay que ver cuál es el precio base del descuento, ya que si este es alto, al aplicar el descuento puede ocurrir que el precio final siga siendo más caro de lo habitual.
En caso de que estemos hablando de una casa de vacaciones, puede resultar más rentable un descuento en el precio de la potencia contratada (término fijo) que en el precio del kWh.
Y como última consideración, siempre deberemos declinar aquellas ofertas en las que no quede claro el plazo de revisión de la tarifa, el criterio que se va a aplicar para dicha revisión y si hay algún tipo de permanencia. Solo se deben aceptar permanencias si la oferta es realmente buena. Debemos saber que si nuestra tarifa es la del PVPC nunca podremos tener ningún tipo de permanencia.
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