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martes, 19 de marzo de 2019

Sillas salvaescaleras: adiós al miedo a las escaleras

De caracol, rectas, de madera, metálicas... en definitiva, escaleras. Todas ellas se constituyen como un grave problema para aquellas personas que no pueden hacer frente al sinfín de escalones que las componen. Así pues, ya sea por la edad, por algún accidente o por algún problema de salud, muchas personas se ven cohibidas ante la presencia de una escalera, ya que no pueden subirlas o bajarlas solos, teniendo en cuenta su escasa movilidad.

Silla salvaescaleras

Este hecho provoca una clara sensación de incomodidad a estas personas, que sienten cómo una casa se puede convertir en una cárcel de ladrillo u hormigón. Como trágica consecuencia, mucha gente se ve obligada a la venta de su casa, y con ella todos sus recuerdos de años atrás. Sin embargo, no tiene por qué ser así, pues las sillas salvaescaleras han venido a ayudar a toda aquella persona que no quiera dejar su casa por culpa de sus problemas de movilidad.

Gracias a empresas como Valera las escaleras pasarán de convertirse en un muro a un tranquilo camino por el cual se podrá pasar con total tranquilidad sentado en una silla. Así pues, estas sillas salvaescaleras pueden ser de varios tipos en lo que a su trayecto y forma se refiere:
  • Sillas salvaescaleras rectas: estas sillas están diseñadas principalmente para afrontar la subida o la bajada de un pasajero en una escalera de carácter estándar, ya que el trayecto seguirá una línea recta. Tiene la gran ventaja de que puede colocarse fácilmente en lugares como salidas al jardín, y, por supuesto en escaleras de interior.
  • Sillas salvaescaleras curvas: esta sillas se usan para aquellas escaleras que no solo tengan tramos rectos, es decir, que tengan algún giro o curva hacia la izquierda o la derecha, véase por ejemplo en escaleras de dos tramos de orientación distinta. Estas son también de fácil colocación en cualquier tipo de escaleras e incluso se llegan a colocar con la misma eficiencia en edificios de viviendas sin ascensor, donde puede haber como mínimo unas cuatro plantas.

Estos son los tipos de sillas más cotizados, además de que en cada uno de ellos existen varios modelos en base a las necesidades del usuario, así como al espacio disponible para su colocación. A todo esto se añade el hecho de que se pueden realizar a medida, por lo que toda persona que la requiera puede estar tranquila por esta cuestión.

En definitiva, adiós a las barreras de escalones que antes podían provocar pavor y miedo. Las sillas salvaescaleras han llegado para derribarlas y hacer la vida mucho más fácil a todo aquel que la necesite.

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