En España se sustituyen más de 2,8 millones de electrodomésticos tipo frigoríficos, congeladores, lavadoras etc. al año; la compra de un electrodoméstico nuevo para reposición no significa la eliminación del viejo, que por lo general, se sigue usando en la segunda vivienda o hasta que deje de funcionar definitivamente. El objetivo del plan Renove es eliminar definitivamente esos aparatos viejos de gasto energético excesivo y poca eficiencia.
Las personas que pueden beneficiarse del plan Renove de electrodomésticos son personas que decidan cambiar sus antiguos aparatos con la retirada del viejo aparato, por otros con etiqueta energética tipo A, dentro de la gama de aparatos de línea blanca, como hornos eléctricos, encimeras de gas o inducción, congeladores, etc.
La cuantía de la ayuda será de un mínimo de 50 euros por aparato, y variará dependiendo de la comunidad autónoma donde residamos, y se realizara exclusivamente contra la entrega del aparato a substituir para su posterior gestión como residuo industrial.
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